Saber cuáles son los plazos a tener en cuenta a la hora de hacer uso de nuestro seguro es importante para poder recibir la atención y el servicio que esperamos de nuestra aseguradora. Por eso, en este artículo vamos a revisar fechas y plazos importantes sobre tu seguro que debes conocer sin falta.
Tramitación de siniestros
Siniestros, no más de 7 días
Si has tenido un siniestro, no olvides reportarlo a la aseguradora antes de 7 días naturales. En caso de que tardes más, el seguro no tiene por qué hacerse cargo por tanto, el plazo en comunicar el siniestro es muy importante para que puedan atender la solicitud y tramiten la indeminización oportuna.
Peritaje, 8 días
Cuando se produce un siniestro, la aseguradora envía un perito para que haga una cuantificación de los daños y por tanto de la indemnización correspondiente. ¿Se puede producir un desacuerdo con el perito del seguro? Sí, y podemos designar un perito propio si la peritación que se ha realizado no concuerda con lo que esperamos. Para ello disponemos de un plazo de 8 días.
Indemnizaciones 40 días
La aseguradora tiene un plazo máximo de 40 días, desde que se ha comunicado el siniestro, para hacer efectiva la indemnización mínima correspondiente. En caso de no hacerlo, tendrá que pagar al asegurado los intereses correspondiente a la demora del pago. Ese interés está estipulado legalmente en un 50%.
Contratos y pagos
¿Cuándo está en vigor un seguro?
El momento en el que se activan las coberturas de nuestra póliza marcan el antes y el después de estar asegurado. Aunque no lo creas, es el segurado el que marca el inicio de la vigencia de las coberturas de un seguro. Es lo que se denomina Efecto del Seguro y suele coincidir con la fecha de emisión de la pólica, aunque el cliente puede escoger otra fecha posterior a la emisión.
Dicho esto hay que especificar que algunos seguros entran en vigor en el momento de la firma del contrato, pero hay otros que solo están en regla una vez que se ha hecho efectiva el pago de la prima, es decir, cuando la aseguradora lo ha recibido.
¿Y si no he pagado un recibo?
Si no has pagado un recibo, puede causar muchos problemas a la hora de tramitar siniestros o indemnizaciones. Por tanto, aconsejamos que los impagos se solucionen cuanto antes. Si por el motivo que sea se ha producido un impago, pero ya se ha solucionado, 24 horas es lo que tarda tu póliza en reactivarse. ¿Cuándo puede una aseguradora suspender el servicio? A partir de los 6 meses de impagos, a excepción de los seguros de vida.
No quiero renovar la póliza
En ese caso, debes informar a la aseguradora con un mes de antelación pero recomendamos que sean dos. Esta recomendación viene por las peculiaridades de algunos seguros como el seguro de vida, el cual necesita 2 meses de antelación. ¿Cómo comunicarlo? mediante una notificación escrita a la aseguradora, efectuada con al menos un plazo de dos meses de anticipación a la conclusión del período del seguro en curso. En ese comunicado debes indicar los datos del tomador, número de referencia de la póliza y la indicación inequívoca de que no se va a renovar la misma al próximo vencimiento.
Me han hecho una propuesta de un seguro, y me lo estoy pensando
Las propuestas tienen 15 días de validez. Es decir, que la aseguradora va a mantener las condiciones que te ha ofrecido durante esos 15 días y no podrá cambiar o variar su propuestas. Una vez pasado el plazo, no tiene por qué mantener las condiciones.
Otro dato importante en relación a las propuestas, es que, una vez firmadas, cuentas con un plazo de 1 mes para reclamar en caso de que haya alguna diferencia entre la propuesta que ha realizado la aseguradora y la póliza que se ha firmado. Por eso es tan importante
Pago de recibos
El pago de recibos tiene un plazo de 1 mes, siempre y cuando no sea el primer pago, ya que en ese caso, la aseguradora podría suspender el contrato.
¿Cómo asegurarte de que cumples los plazos? Cuenta con una correduría de seguros
Como hemos visto, todas las fechas son importantes, y algunas veces los trámites son agotadores. Por eso te recomendamos contar con una Correduría de Seguros que se ocupe de todo. Se trata de una entidad que se encarga de mediar entre la aseguradora y el asegurado. Su papel es de vital importancia, ya que su misión es defender los derechos del consumidor por encima del interés de cualquier entidad. Además, por lo general, no supone un coste adicional para el asegurado. Es un error generalizado pensar que acudir a una correduría de seguros o a un mediador va sumar un coste adicional al producto contratado. Muy al contrario, el corredor de seguros logrará ahorrar tiempo y dinero al consumidor.