El teletrabajo está cambiando nuestro entorno laboral, la forma de hacer negocio, y de comunicarnos. Inese en su Boletín Diario de Seguros ha querido comprobar como es el día a día de algunas de las directivas del #sectorasegurador. Aquí os dejamos la entrevista que le han hecho a nuestra socia Ana Muñoz.
“Esta crisis es una oportunidad de revisar estrategias que favorezcan a empleados y clientes”
para Ana Muñoz, socia fundadora de Ponce y Mugar, considera que esta crisis del Covid-19 da una “oportunidad para revisar estrategias, políticas y procedimientos que favorezcan tanto a empleados como a clientes”. Es un “punto decisivo”, destaca, “para valorar puntos fuertes, analizar y desechar los débiles”. Un paso más, resume, “para que nuestro proyecto siga evolucionando”. La experiencia actual está sirviendo para liberar “absolutamente” cualquier recelo que pudiera hacer sobre el teletrabajo.
‘A.A.’.- En la situación actual, ¿cómo está gestionando el día a día de su trabajo? ¿Se ha marcado un horario laboral concreto?
ANA MUÑOZ.- Todo el equipo de Ponce y Mugar trabajamos desde casa con horario marco de 8,30 h a 14,30 h y nuestra preocupación inicial de no poder dar el mismo servicio a nuestros clientes se ha ido disipando con el paso de los días
‘A.A.’.- ¿Cómo realiza las tareas de coordinación diaria con sus equipos?
ANA MUÑOZ.- Comenzamos cada día con una reunión/videollamada a las 8,30 h y nos contamos el plan de trabajo de cada uno. Vemos las gestiones comunes, sugerencias sobre posibles dudas o asuntos que tenemos que ver juntos. Además, mantenemos esa relación de equipo tan necesaria e importante para nuestra empresa. Hay un sentimiento común y es las ganas de volver a estar juntos.
A.A.’.- ¿Cómo gestiona la relación con clientes, proveedores, etc?
ANA MUÑOZ.- La casuística de los clientes es muy amplia, pero en muchos casos no ha variado en exceso, porque la relación en gran parte es a través de mails y llamadas y algunas de las reuniones que manteníamos de forma presencial las hacemos ahora a través de vídeo conferencia, tanto con clientes como con aseguradoras.
‘A.A.’.- ¿De qué forma logra la conciliación familiar?
ANA MUÑOZ.- La ventaja actual es que al estar en casa, aunque estés en el despacho trabajando, se tiene la sensación de estar siempre; además la comida la hacemos juntos, con sobremesa incluida y ciertamente es una felicidad. Nada que ver con la normal situación laboral, saliendo de casa a las 8 h y volviendo a las 20 h.
‘A.A.’.- ¿Considera que el sector está dando una respuesta adecuada a los desafíos que a nivel de mercado, productos y atención con los clientes plantea la pandemia?
ANA MUÑOZ.- Sí. Nuestra experiencia es muy satisfactoria. No ha habido en todo este mes asuntos fuera de lo normal. Quizá como han bajado las gestiones y no hay tanta presión, hay menos demanda, y se puede dar una respuesta adecuada.
‘A.A.’.- Mirando a futuro, ¿qué lecciones cree que se deben aprender de esta crisis?
ANA MUÑOZ.- La primera y principal, valorar más, si cabe, a cada empleado y asegurarles que no se verán comprometidos económicamente durante la cuarentena. Otra lección importante es la implicación de todo el equipo, las ganas de hacer, su visión sobre la oportunidad actual para mantener o mejorar su capacitación. Además, esta crisis nos da la oportunidad de revisar estrategias, políticas y procedimientos que favorezcan tanto a empleados como a clientes. Es un punto decisivo, porque en esta pausa podemos reflexionar acerca del rumbo que llevamos, valorar nuestros puntos fuertes, analizar y desechar los débiles. Y, sin duda, nos va a servir para definir el siguiente paso que hemos de dar para que nuestro proyecto siga evolucionando.
‘A.A.’.- ¿Qué cuestiones, como puede ser el teletrabajo, han venido para quedarse?
ANA MUÑOZ.- Esta situación nos ha hecho trabajar en casa de forma radical y obligados. No ha sido una decisión elegida y, en nuestro caso, estamos utilizando el teletrabajo como continuidad de la actividad de la empresa. Entiendo que, una vez pase esta situación, volveremos al escenario anterior, por la especificidad de nuestra actividad, pero liberados absolutamente del recelo que pudiéramos tener antes al teletrabajo.
