En 2019 , la Organización Mundial de la Salud incluyó el «burnout» en su clasificación internacional de enfermedades. Ha sido en 2022 cuando ha entrado en vigor esta nueva clasificación y además lo ha relacionado como una enfermedad ligada al ámbito laboral. Este nuevo reconocimiento trae implicaciones importantes como la posibilidad de diagnosticarlo.
¿En qué consiste el burnout? Te explicamos todos los detalles en esté artículo.
¿Qué es el burnout?: definición
Se trata del síndrome del quemado o de estar quemado en el trabajo. No está clasificado como una condición médica sino como un síndrome resultado de «un estrés crónico del espacio laboral». Se podría definir como un estado de agotamiento físico, emocional y mental que está vinculado al ámbito del trabajo. Puede tener consecuencias muy graves, tanto en la espera física como en la psicológica.
Como comentábamos al inicio de este artículo, es ahora cuando la OMS ha puesto el foco en su relación con el ámbito y condiciones laborales. Y es que es el entorno laboral y las condiciones las causas de este síndrome. Es cuando el empleado está expuesto de manera continua a altos niveles de estrés, carga excesiva de trabajo y poca autonomía, además de malas relaciones en el trabajo y ausencia de apoyo en el entorno. Otra veces se suma la falta de formación para desempeñar tareas lo que agrava la situación.
Características del burnout
Hay tres elementos que caracterizan al burnout: sensación de agotamiento, sentimientos negativos o de cinismo hacia el trabajo y baja productividad.
Dos de los síntomas más comunes son depresión y ansiedad, motivos de la gran mayoría de las bajas laborales.
Algunos estudios recogen que en la mayoría de los casos, lo sufren las personas que han elegido su oficio de manera vocacional (es muy frecuente entre profesionales sanitarios, profesores y trabajadores sociales). Aunque al principio las manifestaciones y el malestar sólo se extienden a la vida laboral, finalmente también llegan a alcanzar, en casi todas las situaciones, la vida social y familiar del trabajador afectado.
¿Cuál es el papel de la organización?
Las organizaciones más jerárquicas, con exceso de burocratización; sin formación, apoyo o planificación específica para la realización de tareas, suelen ser el caldo de cultivo más propicio para la aparición de este síndrome.
Los síntomas son los siguientes:
Las principales manifestaciones de este síndrome son:
- Sentimiento de agotamiento
- Sentimiento de fracaso e impotencia.
- Nula o poca realización personal.
- Nerviosismo permanente.
- Dificultad para concentrarse.
- Dolor de cabeza.
- Taquicardia.
- Insomnio.
- Bajo rendimiento.
- Absentismo laboral.
- Aburrimiento.
- Impaciencia e irritabilidad e incluso agresividad en casos más graves.
- Comunicación deficiente.
El burnout afecta más a los autónomos
Según los expertos, el síndrome burnout afecta a más del 20% de los trabajadores, incluidos los autónomos. El presidente de SEAS (Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés), Antonio Cano, considera que las principales características asociadas a esta enfermedad pueden relacionarse con diferentes síntomas que puede llegar a sufrir un autónomo y que podrían diagnosticarse dentro de este síndrome: falta de realización personal y agotamiento emocional.
Los autónomos dependen exclusivamente de su trabajo, por eso es difícil que desconecten. Descansar la mente es difícil cuando los niveles de estrés están siempre por las nubes. La alta competencia y la desprotección del autónomo supone automatizar y realizar el trabajo lo más rápido posible, y esto supone un signo de la despersonalización. Muchos de ellos no tienen compañeros ni superiores a los que consultar o apoyarse en el momento de fallar.
¿Qué implica la nueva clasificación de la OMS? Lo importantes de esta novedades es que ahora, el burnout está tipificado. Por tanto, los autónomos que sufran este síndrome podrán solicitar la baja y las mutuas deberán reconocérsela.
¿Cómo prevenir este y otros inconvenientes?
Si eres autónomo y te has dado cuenta de que estás desprotegido, que no cunda el pánico. Para hacerte las cosas más sencillas, hemos recopilado a continuación una lista de los seguros para autónomos más comunes, generales y necesarios:
Seguro de Incapacidad Laboral Temporal (ILT):
Es un tipo de seguro que complementa las prestaciones que ofrece al trabajador autónomo la Seguridad Social en el caso de que se presente una baja laboral, siendo de esta manera abonada cierta cantidad al afectado/a según lo especificado en el contrato establecido con el seguro.
Un aspecto que se debe resaltar es que la mayoría de los autónomos, en el momento de cotizar, suelen hacerlo escogiendo la base mínima. Por este motivo, cuando llega el momento de recibir las prestaciones correspondientes por motivo de enfermedad o accidente no cubren ni de cerca los gastos mensuales. Entre las coberturas extras que se pueden incluir podemos mencionar: gastos por visitas médicas y gastos de hospitalización.
El seguro de Incapacidad Laborarl Temporal puede complementarse con un seguro de accidentes, cubriendo así las incidencias físicas que se puedan presentar de manera no deseada. Sin duda, lo recomendamos para aquellos trabajadores autónomos que deben desplazarse dada la naturaleza de su emprendimiento.
Seguro de baja por enfermedad o accidente:
Todos somos humanos y podemos caer enfermos, por eso, otro seguro imprescindible es el seguro de baja por enfermedad para autónomos. La realidad de los autónomos es que si no se trabaja no se cobra. Por eso, este seguro está diseñado para que no se preocupen por su economía mientras estén de baja médica. A la hora de contratar este tipo de seguro hay que elegir aquel que sea inmediato y conceda anticipos a cuenta, para que la tranquilidad sea real. Que no tenga carencia y sea flexible son factores que deben estar también en la lista de requisitos, eligiendo la cantidad que quieres percibir diariamente. Una buena noticia para todo aquel profesional que lo contrate es que también tiene beneficios fiscales, pudiendo deducirlo como gasto de actividad económica, hasta un máximo de 500€ por persona.
La cobertura debe ser total, sin peros ni sorpresas, de manera que no importe si tu baja es a causa de un accidente de trabajo, un accidente no laboral, una enfermedad profesional o una enfermedad común: si te impide trabajar, debe estar cubierto por el seguro de baja laboral.
Ponce y Mugar, correduría de seguros, asesora a los autónomos: Asesoramiento personalizado y sin compromiso
Para Ponce y Mugar lo importante es la seguridad, por eso ponemos a disposición de los autónomos a nuestros expertos para que estudien cada caso sin ningún compromiso. Puedes concertar una cita o ponerte en contacto con nosotros.